Alquimia taoísta. La máscara como condición de iniciación
La práctica de las máscaras en la tradición taoísta es un conocimiento alquímico especial que realiza la tarea del desarrollo del cerebro. Las máscaras se han convertido en un aspecto significativo de la iniciación femenina, ya que el rostro de la mujer se considera en la tradición taoísta como el órgano uterino.
La máscara es un elemento esencial de la práctica alquímica, que permite experimentar la sacralidad de los procesos asociados al rostro. Trabajar con la máscara también permite dominar el arte de percibir la belleza, esa fuerza inagotable que nutre la naturaleza del cuerpo, los sentidos y la conciencia, que en la tradición taoísta se asocia con el concepto de “Beber agua del lago occidental”.
Esta práctica hunde sus raíces en las dinastías Song (960-1278) y Yuan (1279-1368). El uso de máscaras obedecía a la necesidad de mantener la geometría del rostro, la cabeza y, sobre todo, el cerebro. Las enseñanzas de las máscaras se ultimaron durante la dinastía Qing (1644-1912), que estuvo asociada al desarrollo de la práctica de transformar minerales para producir un elixir mediante el cerebro.
El trabajo con la máscara es un maquillaje facial alquímico que ayuda a profundizar en los procesos internos de la zona del tercer campo de cinabrio. El trabajo con la máscara involucra las técnicas de la alquimia interior (contemplación, respiración, construcción de la geometría) y permite armonizar el estado interior nutriendo la forma corporal.
En el proceso de interacción con la máscara, es importante alcanzar la posibilidad de nutrir no tanto la forma corporal como la espiritual. La raíz de las transformaciones alquímicas es la consecución del pneuma en el rostro, que caracteriza la naturaleza animada del proceso.
El trabajo con la máscara es un aspecto del camino de la inmortalidad. El avance por este camino requiere la unidad sustantiva del ser, es decir, el conocimiento de la naturaleza animada y, a continuación, la espiritualización de la máscara. El conocimiento de la naturaleza espiritualizada es un tipo de transmutación alquímica. Todo el proceso alquímico de trabajo con máscaras pasa por ciertas operaciones relacionadas con los trigramas (gua) y la producción de energía jing, y se apoya en 12 ramas relacionadas con el qi. Es decir, cada máscara es una rama.
Además, una mujer que no cuida su rostro no tanto deja de comprometerse en la transformación interior como viola los principios del desarrollo estético, que son fundamentales para todo ser humano, lo que provoca una alteración fisiológica de las funciones de los órganos, los sistemas corporales, y con ello trastorna diversos procesos, desde los físicos hasta los sensuales.
La máscara enseña a sintonizar con la propia naturaleza, con el propio espacio interior. Tratar correctamente el rostro como la naturaleza de la espiritualización nos permite experimentar una sensación de plenitud y nos representa como corresponde en el espacio.
Cada máscara es el lenguaje de la alquimia, detrás del cual se pueden ver ingredientes alquímicos como mica, vinagre, azufre, cloruro mercúrico, realgar, aurinigmento, cinabrio, plomo, mercurio, mineral espiritualizado, médula ósea del emperador, piedra filosofal, plata y oro.
Máscara de Perlas
La Máscara de Perlas forma un elixir de yunmu (mica, Yun My, yun mu) que refleja y refracta la luz. Externamente, proporciona un efecto lustroso. La capacidad de nutrirse con la saliva, perfeccionarse con la saliva y transformarse con la saliva se entiende en la alquimia taoísta como el proceso de nutrición de la mica, o el arte de nutrir el Líquido de Jade.
El uso de la Máscara de Perlas es un aspecto importante de la nutrición de la mica, que a su vez es un componente importante de la práctica alquímica taoísta. La nutrición con mica es un proceso natural de saturación del cuerpo humano, que se ha traducido en una experiencia práctica de conocimiento. Es un proceso natural de producción de secreciones por parte de las glándulas salivales, que se logra dominando la nutrición de alta vibración. En este caso, el propio cuerpo es capaz de producir no sólo saliva, sino una esencia de alta vibración. Esta esencia se considera ya como un cristal líquido, entendido en la alquimia taoísta como mica.
Máscara de Calcedonia
La Máscara de Calcedonia es un tipo de máscara cuyas propiedades de fibra se agrupan según el principio del mineral calcedonia, ágata, ónice, asemejándose a los nervios occipitales y determinando la respiración externa del mineral, que lo lleva a la oxidación. El ingrediente alquímico cloruro mercúrico, también llamado nieve gruesa, o gen xue, funciona según el mismo principio. Es un elixir derivado de la respiración externa, o más bien occipital. Es decir, se caracteriza esencialmente por la capacidad del occipucio de respirar superficialmente.
Máscara de Coral
La máscara de Coral es un tipo de esfuerzo alquímico generado por el coral en la naturaleza y creado por los humanos en forma de porcelana. En realidad, en alquimia, la máscara de Coral y la de Porcelana son un concepto similar, ya que el coral se considera un proceso alquímico natural y la creación de la porcelana requiere el esfuerzo añadido de espesar u “osmolizar”. El coral atrae ingredientes alquímicos, pero su poder depende del ritmo natural. La porcelana representa un ritmo introducido convencionalmente.
Máscara de Zafiro
La Máscara de Zafiro es un dato estable que caracteriza la naturaleza de cada ser humano. Cada persona tiene una dureza diferente, y podemos definirla como dureza zafiro. Está representada por el dragón Cheng Long (成龍), del que dependen la armonía y la sabiduría, que está relacionada con el proceso de sincronización cerebral. La Máscara de Zafiro cumple una condición importante en la vida de una persona, formando un equilibrio interior.