Tantra de la Nutrición
Quien sigue el Camino del cultivo de la felicidad no solo en este mundo, sino también en otros mundos, debe prestar mucha atención a la nutrición de su cerebro.
Jie Kong
El Tantra de la Nutrición es una enseñanza relacionada con la comprensión de la alimentación, donde los alimentos se consideran desde la perspectiva de la transformación y el desarrollo del hombre. El Tantra de la Nutrición es el Arte de interactuar con aquello que alimenta nuestro cuerpo y que es una fuente de nutrición capaz de perfeccionar nuestra energía y cerebro.
Según el Tantra de la Nutrición, la ingesta de alimentos debe percibirse como una ofrenda, como es aceptado en muchas culturas tradicionales. Al mismo tiempo, el destinatario de esta ofrenda son nuestra propia conciencia y espíritu. Y si una persona cultiva sus cualidades espirituales, entonces es importante construir una actitud hacia la comida desde el punto de vista de la nutrición del espíritu. Y para hacer eso es importante aceptar el concepto del volumen energético de los alimentos y su calidad. Al mismo tiempo, es importante no solo el producto mismo, sino también su preparación e incluso el modo de servirlo. Es decir, el consumo de alimentos es principalmente un ritual mental que forma la actitud hacia la comida, su ética y estética.
El Tantra de la Nutrición enseña la interacción correcta con los alimentos sanos, según el cual la comida es no solo un regalo que sustenta nuestras vidas, sino también una fuente de esfuerzo interno, enfoque, un acto de evolución espiritual. El acto mismo de comer es una vivencia y en sus características energéticas en muchas culturas es superior a la experiencia erótica.
La obtención de energía de los alimentos a través de la conciencia también es un acto alquímico de alcanzar y transformar la esencia de los alimentos que consumimos. Ingiriendo alimentos sin el esfuerzo interno debido, no solo nos limitamos en la toma de las propiedades profundas de la comida, sino también formamos una reacción al aspecto físico del comer. Por lo tanto, en el proceso de conocer el Tantra de la Nutrición, es necesario formar una experiencia de alimentación desde el punto de vista de sus beneficios reales para nuestro desarrollo. Es importante no desarrollar una reacción a los alimentos, sino formar el Arte de su percepción, sin depender del acto de absorción, es decir, entender la nutrición como un conjunto más complejo de acciones.
Lo más importante en el Tantra de la Nutrición es no comer en exceso y a menudo, de lo contrario se formarán reacciones en el estómago que comenzarán a guiar la mente de la persona. El cerebro comienza a depender no de su propia actividad, sino de la actividad del estómago. Si no logramos esto, entonces será imposible hacer el siguiente paso — el control sobre la respiración. Una actitud mental hacia la comida también es importante para la comprensión de la mentalidad relacionada con el cocinar. Y en este proceso no es importante el nombre del producto, sino su frecuencia energética que a menudo se determina no por el producto mismo, sino por dónde y cómo éste se cultiva o prepara.
Al no prestar atención a esto, no utilizaremos los alimentos a nivel espiritual e incluso podemos infectarnos con energías negativas que forman reacciones negativas en nosotros. El producto, su preparación y consumo, son una cadena singular que puede ser influenciada por hábitos desarrollados, que no solo son la base de nuestra irritación mental, sino también una forma de dependencia.
Al decir que nos gusta cierto alimento solo reglamentamos nuestros hábitos, muchos de los cuales en realidad no nutren nuestro cuerpo, sino lo destruyen. Por ejemplo, el uso de azúcar, sal, alimentos modificados o simplemente saborizantes químicos. Y en este esquema podemos no solo depender de los alimentos, sino también formar limitación mental, que se diagnostica fácilmente por el comportamiento de una persona hambrienta. El Tantra de la Nutrición es incompatible con un estado de irritación o nerviosismo. Es el Camino de la armonización de las relaciones con lo que llamamos nutrición.
Por supuesto, es imposible mantener la actitud contemplativa hacia este tema sin la experiencia práctica adecuada (igual que, de hecho, exigir esta actitud). Aquí es importante la experiencia correcta o el acto volitivo. Una persona interesada en el estado de su conciencia debe aceptar que si quiere desarrollar su cerebro entonces debe nutrirlo. La alimentación del cerebro es posible únicamente en las condiciones de la independencia de la alimentación del estómago.
El cerebro puede ser alimentado sólo por el trabajo del cerebro mismo y por alimentos de cierta calidad energética, que tiene su propia individualidad. Como regla, la individualidad de los alimentos está asociada con su energía, sabor, y aquí es importante desarrollar la sintonía mental con ésta y, por supuesto, tener cuidado con el exceso que lleva a la pérdida de los beneficios incluso de un producto saludable.
Cualquier producto inútil o dañino no permanecerá invisible de tu sistema interno y el principio de “comer algo” es inaceptable, igual que el de “beber algo”. Y este es el momento de la verdad para nosotros: si no podemos dejar la comida que no beneficia nuestra conciencia, entonces dependemos de la reacción llamada hambre.
El concepto mismo del hambre no es aceptable para el Tantra de la Nutrición. No ingerir alimentos externos no significa tener hambre. El Tantra de la Nutrición apunta a muchas fuentes de nutrición y la base de este proceso es nuestra mentalidad en estado enfocado, gracias a la que aumentamos la producción de energía, la respiración. Al armonizar este proceso reducimos la quema de la energía disponible. Una gran ayuda en este asunto es el consumo de agua. Al comprender su calidad tenemos la oportunidad de alimentarnos de los elementos que necesitamos.
Para hablar de la Nutrición Externa como un beneficio, uno debe limpiarse de lo que ya ha alimentado, nutrido y asimilado en sí. Esa es la idea de la dieta tántrica: comer alimentos no en la base del principio “querer”, sino en la racionalidad del proceso. Al consumir alimentos desde una posición del deseo o de necesidades egoístas, nos alejamos de la actitud espiritual no solo hacia la comida, sino también hacia nosotros mismos. La nutrición es importante desde la posición del crecimiento interno y la creatividad de nuestro ser interior. La fuerza del hombre está en su mentalidad, la otra fuerza es la del poder animal y éste debe estar subordinado a la mente. La posibilidad de su transformación y la capacidad de nutrir la célula, dependen de la esencia energética de los alimentos.
El Tantra de la Nutrición no solo conduce a la formación de un cuerpo sano, sino también a la concientización de las vivencias relacionadas con el estado de la conciencia. Son estas vivencias las que forman la calidad del proceso espiritual, mientras que la nutrición poco saludable lleva a enfermedades y la destrucción. El Tantra de la Nutrición es un tipo de vivencia extática que proviene del aumento de la tonalidad de la persona, provocado no por lo que come, sino porque no come, y donde el alimento estimulante es la vivencia relacionada con la pureza y la suficiencia del cuerpo, que por supuesto, debe ser generada conforme a las condiciones pre-natales (existentes) y post-natales (adquiridas).
Para el Tantra de la Nutrición es importante el proceso de la influencia de los alimentos en nuestras glándulas, entre las cuales las principales son las asociadas con la excreción o la estimulación de emociones que destruyen nuestros sentimientos y comportamiento. Esto es precisamente lo que caracteriza al mundo moderno donde está reducida la sensibilidad de las personas, toma el control el comportamiento materialista y las relaciones sexuales se convierten en un acto animal, incluso desde el punto de vista del olfato, que es la vida en un estado de dependencia de la satisfacción física.
Por eso, el Tantra de la Nutrición es no solo una cuestión de seleccionar alimentos o influir en el cuerpo y la psique, sino una cuestión de nuestra actitud hacia el medio ambiente y la generación de una estimulación de vitalidad más poderosa.
