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Respiración con amrita

Respiración con amrita

Según los Puranas indios, el poder del mana (el éter que comían los semidioses semihumanos) impregnaba el espacio de la Tierra. Este poder fue utilizado por los celestiales y los campos superiores (otros niveles del macrocosmos), pero el dado elixir se formó en la Tierra donde el proceso de destilación fue importante. Este elixir se obtenía del soma, en particular utilizando la planta Asclepius (asclepias) cuyo trabajo generalmente se correlaciona con el antiguo proceso de curación. Esta planta es capaz de dar poder, de tal manera las diferentes tradiciones tienen su propia comprensión de este poder y el trabajo con él (los ejemplos de diferentes tradiciones los esperan a continuación).

Tal trabajo es similar a la obtención del aceite esencial, la diferencia está sólo en la calidad de la planta, en su fabricación y utilización. Este trabajo se caracteriza por las peculiaridades del espacio y las frecuencias propias tanto de la misma Tierra como de sus habitantes, quienes, según la leyenda eran más bien deidades que correspondían a las propiedades aribuidas al ser humano a las que estamos acostumbrados. El mismo proceso de obtención del amrita, de hecho fue natural y posteriormente se asoció con la imagen de la Agitación del océano mundial que en realidad refleja el proceso de efervescencia, fermentación y destilación.

El propio néctar del amrita era un vapor, un éter, una condensación que se producía dentro de otro éter. Para comprender el mecanismo de este proceso imagínense el aroma de un aceite esencial. Si se obtiene de acuerdo a todas las reglas y sutilezas de la ciencia, entonces tiene tres profundizaciones, tres esfuerzos. El tercero es la cualidad del amrita. Pero hoy en día esto no es suficiente para trabajar con esta cualidad del aroma, ya que también es importante la capacidad de inhalar este néctar y asimilarlo. Con el tiempo, esta habilidad natural se ha perdido, lo que se asocia con un estado general disuelto (débil) del espacio y con el trabajo insuficiente de las glándulas.

El amrita es un elixir maravilloso y la interacción con éste nos permite comprender cuáles elixires y bebidas pueden perfeccionar nuestro cuerpo. El amrita promueve el conocimiento de la respiración como una forma de nutrir mediante tipos especiales de energía. La nutrición con el amrita es la herramienta más importante para el desarrollo. Su recepción, excreción y percepción corresponde a la cualidad del Gran trabajo alquímico o la agitación del Océano Lácteo. Este es un proceso metafísico peculiar que tiene naturaleza celestial y terrenal.

La forma celestial se manifiesta cuando el espacio del macrocosmos reproduce la energía para el alimento de los seres superiores, las deidades. Sin embargo, hay una clase de seres en el espacio celestial (llamémoslos semidioses) que también necesitan el amrita más denso y tosco que se produce en la Tierra. Además, esa energía es necesaria para aquellos que se manifiestan en la Tierra para alcanzar las formas superiores de existencia. Este tipo de amrita se puede obtener en campos más “terrenales”.

Para implementar el proceso de agitación se requieren ciertas condiciones cuales se describen en las leyendas como la lucha de los asuras quienes poseen la fuerza vital de la Tierra con los devas a quienes pertenece la fuerza vital del Cielo. En la práctica actual este hecho refleja todo un proceso tecnológico que impone ciertos requisitos sobre el lugar, el tiempo, el conocimiento y por supuesto, sobre la presencia de cierta calidad de conciencia de las personas, capaces de representar las formas más altas de la energía en la Tierra.

La persona que se da cuenta de esta posibilidad, de hecho, es un laboratorio para crear amrita. Esto le permite realizar las tareas y revelar las posibilidades del espacio de las enormes estructuras mayas, las pirámides egipcias y por supuesto, del Angkor Wat o utilizar lugares donde el Cielo está cerca de la Tierra (Polinesia). Pero ante todo, es la realización de la capacidad de consumir el amrita, la realización de sus posibilidades en nuestro espacio.

Muchas culturas desde la maya hasta la celta, de hecho, representaban las leyes del Cielo en la Tierra. De los más cercanos a nosotros en el tiempo podemos nombrar a los tibetanos, los incas y por supuesto, a los jemeres y maoríes quienes pueden considerarse representantes de culturas alquímicas, alquimistas que participan constantemente en el proceso de fermentación, efervescencia y agitación del espacio. Y si así fuera, entonces tanto todas sus guerras que simplemente la militancia, deberían ser consideradas como un elemento de la agitación del espacio.

Entonces la agitación el Océano Lácteo es el proceso para obtener el amrita, una forma peculiar de la bebida inmortal asociada a la naturaleza de la respiración. De acuerdo con esta naturaleza, el aire es una bebida que debe beberse o inhalarse adecuadamente y este hecho es diferente de la percepción de la ambrosía griega (el proceso de mineralización, absorción por todo el cuerpo) o el soma (que representa sólo un líquido, una bebida).

El amrita tiene sus propios criterios de calidad. Se describen nueve néctares cuya percepción depende de las capacidades del cerebro del alquimista.

Shaaban (Oleg Cherne)

Canal “Alquimia”, Grupo “The Perfect One”