Reflexiones acerca del desarrollo
Este blog va a tratar un poco sobre el tema de desarrollo actual de los que puedo hablar desde la posición de los 45 años de experiencia práctica y 40 años de experiencia en la enseñanza de personas, que tengo.
Primero, acerca de lo qué es lo que yo considero como un desarrollo verdadero. El desarrollo es aquella actividad que nutre el cerebro, aumenta el enfoque y, como resultado, desarrolla las capacidades operativas del cerebro.
En realidad, esto es lo que la gente busca para realizar varias prácticas, o mejor dicho, deberían hacerlo, porque es imposible desarrollar el cerebro sin una dieta especial, sin mantener el cuerpo y, lo más importante, sin seguir en la tarea de lograr aquello que conduce al desarrollo y cómo lo hace. Y, por supuesto, es peligroso simplificar la percepción de aquellos conceptos que expresan y describen la idea del desarrollo.
También es importante considerar que hay una parte de los practicantes que ya nacieron con un cerebro más reunido y, como resultado, más desarrollado que otros. Tales personas entran en la categoría de un don especial, algo inherente. Y, en consecuencia, su limitación se manifiesta de forma diferente.
En general, el desarrollo del hombre actual está representado por cuatro niveles:
- Egregórico. El campo circundante empuja a esa persona a algo o, por el contrario, bloquea su actividad.
- El Consciente o condicionalmente consciente. Aquí el practicante se apoya en la naturaleza de su posnatalidad. En estas condiciones, la comprensión muchas veces no se correlaciona con la experiencia de permanecer en lo comprendido.
- Inconsciente-prenatal, cuando el espíritu de una persona lo lanza a la búsqueda.
- En este caso, se mezclan las tres formas anteriores.
Todas estas opciones son proporcionadas por sus factores internos y externos asociados a los ritmos y los ciclos de la vida. Pero, por otro lado, eso también tiene su experiencia, de lo que procede la división en dos tipos: los que hacen algo por sí mismos y tienen una historia, y los que no tienen experiencia y, por tanto, tampoco posición para algún tipo de análisis comparativo.
El primer tipo, de hecho, ya llega a la comprensión de que es necesario, finalmente, empezar a realizar algo, y no sólo estar haciendo algo (lo que suele asociarse a una disciplina mental insuficiente). De esto depende la efectividad o ineficiencia del Camino.
El segundo tipo se dedica a cierta selección de lo que le gustaría hacer. Esto, normalmente termina rápido en el mundo moderno. Y algunas de estas personas necesitan obtenerlo todo más barato (y, por regla general, no valoran el conocimiento), mientras que otras, por el contrario, buscan lo más caro (lo que proviene de la idea de que algo bueno vale algo). Y hasta que ambos ganen experiencia comparativa, quedarán lejos de una definición cualitativa, y yo no los consideraría como personas que se desarrollan. Para ellos, el desarrollo es como ir al mercado.
12 marzo 2022