Interacción con la energía prenatal de la persona que entrena
El espacio es una unidad especial de existencia del macrocosmos, en el que, además del concepto de espacio tridimensional, también existe uno integral. Esto forma los factores temporales y atemporales de la existencia en el espacio.
A su vez, hablando de la prenatalidad tenemos dos categorías principales consideradas en la cosmogonía como la categoría del Cielo y de la Tierra. Pero, existe una más, la de ser humano, pero hoy en día este es un concepto excepcional que se basa en la posnatalidad, en la capacidad de uno de cambiar su destino y, de hecho, crear una nueva prenatalidad.
De una forma u otra, todos los tipos de prenatalidad utilizan diferentes categorías de tiempo. Las formas superiores de la prenatalidad no están sujetas al tiempo, pero las formas simples sí lo están. Resulta que una parte del espacio del macrocosmos tiene una naturaleza atemporal, una parte tiene una naturaleza espacio-temporal y una parte tiene una naturaleza temporal. Todos ellos se caracterizan por el Tesoro del Tao. Este es el formato más interesante para medir cualquier espacio, incluyendo tanto a una persona común y corriente y lo que la rodea, como lo que es visible para ella, e invisible y no manifestado, lo que realmente forma los conceptos atemporales de la vida.
Según las condiciones atemporales la prenatalidad del espacio procede conforme a las leyes de la física atemporal o cuántica. Existe a diferencia de los procesos temporales (esencialmente teóricos), donde el espacio vive en condiciones de temporalidad, fatalidad, aquello que deja de existir y está bajo las leyes de la física teórica como un fenómeno que aparece y desaparece en un momento del tiempo. Esta es la propiedad de la energía en el espacio-tiempo.
Uno debe comenzar la práctica ya comprendiendo la naturaleza de su energía prenatal, de lo contrario puede agravar las dificultades asociadas con ella, dirigirla en la dirección equivocada o interactuar con la misma incorrectamente. Al mismo tiempo, al definir la naturaleza prenatal que nos originó, normalmente no podemos darle una evaluación real, porque comenzamos a hablar sobre la naturaleza de nuestro espíritu.
Lo que importa no es cómo la energía eterna prenatal moldeó nuestro cuerpo o energía, sino qué espíritu formó en nosotros. Empezamos a practicar sin regular nuestra naturaleza. ¿Por qué las prácticas hablan tanto sobre la naturaleza del ego: “Primero conquista tu “yo” y solo entonces puedes lograr algo”? Porque una persona desarrolla y nutre lo que tiene inherente y si esto es algo malo, entonces lo nutre, y si es bueno, entonces también. Pero incluso si hay más cosas buenas que malas, todavía hay un conflicto. Y surge una dificultad clara en la situación cuando al practicar, alimentamos un conflicto dentro de nosotros, es decir, una naturaleza que nos obstaculizan.
Cuando la gente dice: “Esto es para mí / esto no”; “Necesito hacer prácticas / No necesito”, están en un estado de conflicto. Una persona que no sabe cómo considerar la naturaleza de las cosas siempre dependerá del estado de ánimo en el que se encuentra. Este problema surge al interactuar con los practicantes durante su aprendizaje, porque cada persona está sintonizada con su propio esquema y hay que adaptarse y servir al practicante para que le guste hacer prácticas. Resulta que parecemos estar en el mercado y esto puede crear dificultades para el desarrollo, porque el maestro se ve obligado a adaptarse a cómo es percibido y no a sintonizar al aprendiz con la percepción del Camino necesario para el crecimiento.
8 marzo 2022