El Mandala
El Mandala es una forma especial de energía manifestada como una figura geométrica. Es la proyección de cierta proporción energética. El trabajo con el Mandala tiene como objetivo la contemplación, el esfuerzo mental y la capacidad de centrar la atención en la forma y en la energía que contiene.
El Mandala es una herramienta para el desarrollo de la conciencia centrada. Trabajar con el Mandala perfecciona el estado de ánimo y la receptividad al conocimiento del lenguaje simbólico, que consta de trece Lokas o espacios.
Esta es una herramienta especial de división del universo. Con la ayuda de la contemplación y la comprensión de la geometría del Mandala entramos en resonancia con la especial proporcionalidad del cosmos, entramos en contacto con una materialización especial. El Mandala permite interactuar con el ser sutil, para descubrir y manifestar su verdadera realidad. El conocimiento del Mandala es la inmersión más alta, es la comprensión del programa de la propia fuente e incluso el conocimiento del propio destino.
Un Mandala es un zigurat peculiar, el pináculo de la arquitectura espacial, donde las características energéticas se revelan en forma geométrica, representando cierta estructura básica de un avatar. Mandala, o kyilkhor (དཀྱིལ་འཁོར་, tib.), significa conservación del espacio y también penetración en él. Contiene el poder de la espiritualidad, que se encuentra en el centro del Mandala.
Funcionalmente el Mandala se divide en 12 órdenes:
- Mandala indivisible y unidimensional. Objeto de contemplación.
- Bidimensional, signo. Expresa significado, sugiere.
- Ata esquemas espaciales y expresa volumen.
- Una puerta que abre la entrada al espacio.
- Alquímico, transformador. Es fractal.
- Rompe la rueda del tiempo.
- Tántrico. Dirigido a la inclusión de tonalidades.
- Mántrico. Expresión sonora del espacio. Está enriquecido con sonidos inscritos en el diagrama.
- Arquitectónico. Estupa.
- Abre una conexión especial con el poder.
- Medida geométrica de la luz.
- Mandala puro.