Cuerpo Taoísta (daojia tu)
El Cuerpo Taoísta es el concepto fundamental del sistema de trabajo interno en el Yoga y la Alquimia Taoísta. Pertenece a la categoría de la Anatomía Sagrada y es sumamente importante para aquellos que quieren conocer la naturaleza del desarrollo interno.
La idea del Cuerpo Taoísta es bastante conceptual y no corresponde a la habitual para el ser humano moderno percepción del cuerpo. El Cuerpo Taoísta es una forma que representa o encaja en algo y aquí es importante comprender tanto la forma en sí como las conexiones que construye en el cuerpo. Esto conduce a la importante percepción de nuestro cuerpo como íntegro o unido, con apoyo interno. El Cuerpo Taoísta requiere un “acuerdo triuno” (Can Tong Qi), o sea un cuerpo espiritualizado dotado de conciencia.
Llevar el cuerpo a la indivisión absoluta es el comienzo de la realización práctica de la idea del Embrión Inmortal, que simboliza el retorno a la etapa embrionaria prenatal. Esta etapa permite expresar la diferencia entre la respiración embrionaria, la respiración abdominal y la respiración energética y entrar en procesos alquímicos con todo el cuerpo, para lo cual se forman Crisoles en el cuerpo, el Yin se espesa al estado de Mercurio y el Yang se espesa al estado de Plomo. Esto permite que la semilla Xi se fusione con la respiración. Este proceso empieza con la formación del Embrión Arcano, que se cultiva dentro del cuerpo.
Al mismo tiempo, también se resuelve el problema con el cuerpo, que se considera al comienzo del camino como similar a un metal base (estaño, zinc, cobre, según la naturaleza de la generación). Sólo con la adquisición del cuerpo de Mercurio (el tipo de cuerpo capaz de disolver las impurezas y lograr una profunda purificación) alcanzamos el estado de luminosidad interior (oro). En este momento, es importante formar Cinabrio para espesar el resplandor (obtener plata) y extraer de él los ingredientes perfectos (jade), para luego ir a la dirección opuesta.
Entonces, el tema del estado del cuerpo es la capacidad de comprender la diferencia en el estado de Jing en el cuerpo, o la naturaleza de los metales. De esa manera, “lo amarillo” (Huang, 黃) significa simultáneamente color, luz, metal, elixir y proceso. Mientras tengamos un cuerpo basado en una forma sustancial (división, descomposición), no podremos hacer nada con él. Necesitamos nueva regeneración, calcinación.
Mientras nuestro cuerpo esté sujeto a la etapa inferior, la oscuridad (la etapa Nigredo del trabajo alquímico), estará orientado hacia la descomposición. Primero, hay que tomar el control de las partes dispares del cuerpo, es decir, preparar el cuerpo para la Proporción (también es la base para la construcción de la Piedra Filosofal). Pero la homogeneidad solo se puede lograr con la ayuda de la energía Jing. Entonces, es necesario conocer Chi Jing. Esta es la primera oportunidad de resaltar la luz (etapa de Albedo). Así, el primer elixir debe corresponder a la cualidad del Albedo, es decir, realizar la condición de reflejo de la energía. Luego, se realiza la producción de amarillez (etapa Citrinitas). Después de eso, el Cinabrio (etapa Rubedo).
Este cambio de materia es como la realización de lo Femenino Arcano. Por extraño que parezca, una mujer por naturaleza no representa la dualidad. Ella es íntegra. La dualidad está representada por el hombre, por lo que tiene que esconderse detrás de la dirección. Y esto significa que el cuerpo de la mujer está orientado hacia el ciclo, cuya calidad ha disminuido hoy debido al debilitamiento de las vibraciones de la conciencia, y la mujer ha comenzado a apoyarse más en el ciclo del tiempo. Para lograr la totalidad, es importante salir del ciclo de estar en el ciclo temporal.
Es importante acumular suficiente energía Jing en el cerebro para que no obedezca al ciclo temporal. Por lo tanto, los Inmortales taoístas a menudo se representan con un cráneo particularmente desarrollado; esta es una señal de que han acumulado y almacenado en su cerebro una gran cantidad de energía Jing, coloreando y convirtiendo el cerebro en un oro excelente.
Pero el camino comienza con el plomo, o la Geometría. Nutrir la fuerza vital (Yang Xing) comienza desde la cabeza. Su desarrollo es desde la Corte Terrenal (el abdomen). Si no tenemos el Cuerpo Unido, no podemos separar las tres sustancias y nuestro cuerpo será devorado por la energía vital. Según las enseñanzas taoístas, uno debe alimentarse de energías y minerales “capaces de matar los tres gusanos”.
Es importante fortalecer el cerebro desde el principio para lograr una verdadera mezcla, especialmente la obtención de la Sustancia Primaria (Yuang Zhi, 原知) de la cual crecen los ingredientes posteriores. Al mismo tiempo, es importante comprender que es imposible lograr una conexión en el cuerpo a nivel de Proporción o Eje (y más aún, la mezcla de la respiración con los ingredientes) sin un trabajo de conciencia verificado.
Conocer el Cuerpo Taoísta es importante para la preparación del Cuerpo Alquímico, ya que se dedica a la formación de canales adicionales, Vasos del cuerpo, Campos de Cinabrio, es decir, preparación para el trabajo alquímico. Y al final, el Cuerpo Taoísta se vuelve Alquímico. El Cuerpo Taoísta es uno que se desarrolla, lo que significa que puede cambiarse y transformarse. Todo esto lo distingue de todos los demás.
Por supuesto, hay muchos procesos en la naturaleza que pueden llamarse desarrollo, pero éste se basa en un carácter natural y no tiene un esfuerzo adicional que debe establecerse para construir el Cuerpo Taoísta (para lo cual, en primer lugar, es importante el esfuerzo de la conciencia).
El cuerpo humano es el objeto más sorprendente y complejo de la naturaleza: una persona puede realizar cambios en los procesos naturales de desarrollo, obstaculizando o ayudándose a sí misma. Esto se debe a la capacidad que uno tiene de aplicar un esfuerzo adicional debido al tipo de energía que puede desarrollarse únicamente en el cuerpo humano. En pocas palabras, se nos da cierta cantidad de energía para el período de nuestra estancia aquí. Y, como regla general, una persona común lo quema rápidamente. ¡Pero si podemos detener los procesos de desarrollo, entonces podemos mejorarlos!
Lo más importante aquí es que el hombre, de hecho, creó un precedente sin precedentes en el macrocosmos: se volvió capaz de cambiar algo en el orden dado por la naturaleza. Nuestro cuerpo y nosotros mismos tenemos determinada forma que puede requerir un esfuerzo adicional.
El conocimiento sobre el Cuerpo Taoísta requiere que uno, en primer lugar, no empeore su naturaleza, lo cual va en relación al concepto de la Naturalidad. Pero en el concepto del Cuerpo Taoísta, ésta no es cierta idea filosófica abstracta, sino es un concepto fisiológico.
Tomemos como ejemplo cualquier animal: vive en las leyes de los procesos fisiológicos. Desde el punto de vista de la naturalidad, cualquier animal puede ser superior a un ser humano, ya que no participa adicionalmente en su destrucción. Los animales están en su ciclo natural de transformación porque no tienen ningún esfuerzo adicional asociado con el cerebro, es decir, no tienen tal gerente en el cuerpo.
Al principio, por supuesto, la doctrina del Cuerpo Taoísta no estaba orientada al perfeccionamiento de la naturaleza humana. Fue creado para no empeorarla. Es decir, durante un período de tiempo suficientemente largo, el cerebro humano cumplía solo con la función de sintonización y no de desarrollo. Pero en la antigüedad, la gente podía sintonizarse con cosas que están fuera del control de una persona moderna: estructuras espaciales, la vibración de las estrellas, etc. Y la tarea fundamental para uno era no empeorar su aparato de sintonización.
Inicialmente, la gente tenía más habilidades en términos de existencia, pero menos en términos de desarrollo. Hoy somos superiores en términos de desarrollo, pero inferiores en de existencia. Sin embargo, no podemos afirmar inequívocamente que el hombre haya evolucionado desde la posición del cerebro. Más bien, lo sacudió, porque aumentamos el volumen, pero perdimos la densidad de concentración en la conciencia. Se puede decir que en la antigüedad el hombre tenía un arma muy imperfecta, pero con mira óptica y hoy tiene un arma perfecta, pero sin la óptica.
El ser humano, de hecho, se privó de lo que hoy llamamos concentración. Y aunque a menudo usamos este concepto, en realidad definimos otros estados: atención, observación, en el mejor de los casos, enfoque. La concentración es un esfuerzo que proviene de la Geometría correcta del cerebro. En la antigüedad, la reunión del cerebro permitía concentrarse en los indicadores fisiológicos y no en los mentales.
Y si hoy hablamos de la Naturalidad (y este es un concepto importante para el conocimiento del Cuerpo Taoísta), entonces debemos tener en cuenta dos tareas: la necesidad de lograr determinada sincronización de energía dentro del cuerpo y la importancia de obtener una conciencia concentrada.
El desarrollo humano no puede comenzar hasta que se cree la condición para la Naturalidad: la energía no se acumula, el estado del Cuerpo Unido no se expresa, la conciencia no se enfoca. La comprensión fisiológica (por lo tanto, energética) de la Naturalidad es la creación de la unidad en el cuerpo, que se entiende como la conservación de lo Uno. Esto significa la necesidad de agrupar el cuerpo en relación al lugar donde la energía se puede recolectar de forma natural, es decir, al abdomen. La zona abdominal es sumamente importante desde el punto de vista del logro de la Naturalidad y la Unidad:
- Este es el lugar donde se cruza toda la energía humana.
- El abdomen puede captar la energía de los alimentos que consumimos. El Qi sutil del agua y los granos se puede percibir y transmitir por todo el cuerpo solo si se capta con el abdomen.
- La energía de la respiración también es absorbida por esta zona.
Resulta que con ciertos indicadores el abdomen puede procesar tres fuentes de nutrición:
- Fuente relacionada con la circulación interna de la energía.
- Fuente relacionada con la circulación externa de la energía.
- Fuente relacionada con la energía recibida.
Por lo cual, la primera tarea en el camino hacia la Naturalidad es la creación del Uno correcto, o el Uno (el abdomen), y la segunda es la reunión de lo otro correcto (la conciencia), ya que ese esfuerzo adicional en el desarrollo, que se mencionó anteriormente, puede surgir sólo cuando la mente a través de Uno puede controlar el proceso.
De esa manera, una de las prácticas principales utilizadas por la gente en la antigüedad fue la purificación de la médula ósea. Lograban la Naturalidad y la conservaban, y esto permitía que la energía entrara en la médula ósea, mientras que la conciencia sólo ayudaba a orientarla. Entonces, la limpieza de la médula ósea fue tanto un proceso natural como mental. Al mismo tiempo, la naturalidad creaba las condiciones para la circulación más profunda de la energía relacionada con los huesos. Hoy en día, la gente ha perdido la posibilidad de nutrir la médula ósea, porque ha perdido, por un lado, la naturalidad, y por otro, la centralidad del cerebro. Como resultado, el cerebro se privó de los alimentos de mayor frecuencia.
En este sentido, aquellos sistemas del cuerpo que están orientados a las energías de mayor frecuencia (por ejemplo, el sistema endocrino) son los primeros en sufrir. Hoy en día, en el proceso de desarrollo debe tenerse en cuenta que la naturalidad ya es inaccesible a la persona puramente fisiológicamente, y el cumplimiento de tres tareas (creación del Cuerpo Unido, el cerebro centrado y conexiones entre ellos) requiere de nosotros increíbles esfuerzos. Se necesitan un conocimiento verdadero de cómo hacerlo y tiempo suficiente para recuperarlo todo. A fin de cuentas, de hecho, estamos hablando de la medida superior del desarrollo.
El desarrollo mismo tiene su Medida, que proviene de la conexión de la conciencia con el abdomen. Si estamos hablando del cuerpo hoy, primero debemos crear la Geometría que permitirá que tengamos un cuerpo, porque en la actualidad la gente simplemente no tiene un cuerpo.
El cuerpo es una figura geométrica que debemos recrear o crear. Necesitamos adquirir lo que llamamos el Cuerpo Taoísta y sólo entonces podemos hablar de la estructuración del proceso.
El Cuerpo Taoísta posee determinada forma caracterizada por la Medida. Su Medida principal es el conocimiento de los nueve tipos de circulación de la energía.
Nueve tipos de circulación de energía, o Nueve Dragones, son nueve tipos de espirales que pueden vivir en las leyes de nuestro espacio y son percibidas directamente por el cuerpo humano. Esta es la escala interna basada en las condiciones para la producción de los ingredientes.
