Runna
País: Rusia
Experiencia práctica desde el año 1995
La vida de cualquier persona se puede ver como una especie de cinta con el calendario de fechas y eventos. Será algo exhaustivo, pero al mismo tiempo falto de contenido. “Naciste, estudiaste, te casaste, trabajaste…”. La estructura de la característica clásica ha adquirido hoy nuevos clichés: viajó por tantos países, estudió con diversos maestros, recibió varios diplomas y certificados … Títulos, medallas, estados, conocimientos.
La vida de Runna (Olga Stepina) se desarrolló de tal manera que toda la intensidad de su existencia se concentró en el campo interior emocional-mental. Tiene un maestro principal a lo largo de su vida y una metodología que, durante años de su propia práctica y la realización de clases grupales, ha demostrado su consistencia en el tema de los cambios y el desarrollo humano.
Runna empezó su práctica en 1995. Por lo tanto, ha estado comprometida con su desarrollo durante más de la mitad de su vida. Teniendo unas condiciones iniciales bastante estándar, siempre se ha distinguido por la creencia de que el mundo es un lugar en el que todo es posible. Incluso de niña, siempre protestaba cuando le decían: “esto no es posible, hay límites, este es el camino para todos, no puedes superar tus capacidades…”
La creencia en un cierto “punto de bifurcación” aún vive dentro de ella. Cualesquiera que sean los planes del destino, mientras uno viva en el poder de la conciencia y en sintonía con la vibración que le es más valiosa, es posible un movimiento constante en su desarrollo. Su experiencia personal, el camino recorrido y los conocimientos adquiridos, lo atestiguan.
En su momento, estudiar tres idiomas extranjeros en la universidad mostró a su conciencia diferentes formas de pensar y describir el mundo y le enseñó a considerar todo desde diferentes ángulos, a dudar de la presencia de la única respuesta correcta y a buscar opciones. La enseñanza de los métodos de enseñanza y el trabajo posterior en la universidad permitió comprender la singularidad de cada alumno y la variedad de formas de transmitir los conocimientos.
La aspiración innata de sistematizar y ordenar todo llevó a Runna a mantener cuidadosamente vivos los conocimientos y las prácticas obtenidos en 1995, 2003 y 2018… Su análisis ayuda a ver en perspectiva cómo está cambiando el espacio, cuáles son las tareas actuales y requisitos para la realización práctica.
Se puede decir que la condición para moverse por la vida de Runna no es el deseo de mirar hacia adelante, ni la ambición de convertirse en la mejor, ni el anhelo de dominar algunos superpoderes. Es la necesidad de conocer al máximo posible las capacidades del propio cuerpo, energía y conciencia. En todos los asuntos para ella la pregunta principal es “por qué”. profundizándose en esta dirección, uno puede encontrar las respuestas a las preguntas “cómo” y “por qué”.
La actitud de Runna hacia la vida es la necesidad de ver toda su complejidad en oposición a los modernos en la actualidad valores de la existencia despreocupada. Para ella son valiosos el ritual, la jerarquía, la estructura, la sencillez y el poder de la energía, pero como no nació con esto, tuvo que aprender todo desde lo básico.
Runna cree que si deja de lado por un tiempo la comprensión de lo mucho que le queda por hacer, entonces puede decir que su historia en este momento es una demostración práctica del cambio de formato del destino, un cambio en el curso del reloj biológico, un aumento en la densidad interna de la conciencia.
La experiencia en enseñar desde 1998 le dio la posibilidad de ver la cpacidad de las personas que piden conocimientos y vienen a estudiar. “Para mí es importante mantener un campo en el que pueda respirar y desarrollarme, así como las personas que me rodean”, dice Runna.
A lo largo de los años de desarrollo en el centro INBI, Runna tuvo la suerte de trabajar, traducir y estudiar con muchos maestros: “Cada uno de ellos demostró una dimensión cualitativamente nueva de la vida, su percepción única del mundo. Este es probablemente la “carga” más valiosa que el espacio me ha dado en este momento, mostrando las posibilidades ilimitadas de expandir constantemente los bordes y las exigencia hacia mí misma”.