Orden cósmico
El templo del faraón Seti I en Abydos (Abju) es una obra maestra arquitectónica del Antiguo Egipto. Es el centro ritual más importante asociado a los procesos de transformación y preservación del orden cósmico de Maat. En la mitología egipcia, Maat (Mei) se considera un poder cuyos principios y leyes subyacen en el universo. Se la representa en forma femenina como una deidad de la justicia, la armonía cósmica, el orden y la sabiduría.
La concepción egipcia de la alquimia sugiere una mutabilidad de la forma, una transición de una forma de existencia a otra. El templo de Seti I refleja este proceso a través de la arquitectura y el ritual. Según la idea de los creadores del templo, sus proporciones arquitectónicas y su orientación en el espacio personifican la armonía y el orden cósmico. La geometría sagrada sirve aquí de herramienta para interactuar con la energía del universo. El templo sirve de portal entre el mundo de los vivos y el más allá, conectando el microcosmos (el hombre) y el macrocosmos (el universo). Cada elemento del templo es una proyección del orden celestial, y el propio templo permite armonizar el alma humana en su conexión con el cosmos.
El eje principal del templo, que va de la luz exterior a los santuarios interiores, simboliza el camino alquímico. El templo contiene siete santuarios dedicados a las principales deidades egipcias, como Osiris (Usir), Isis, Horus y Ptah (Pta). Estos santuarios simbolizan las distintas etapas de la obra alquímica, desde la descomposición inicial de la materia hasta la consecución de la forma más elevada. Cada altar representa una etapa concreta del proceso de transformación alquímica.
El templo está construido teniendo en cuenta la acústica. Los sonidos que aquí se pronuncian crean poderosas vibraciones que pueden influir en el estado espiritual de una persona. La piedra utilizada en la construcción es conductora de energía, lo que aumenta el poder del lugar. Las paredes del templo están grabadas con numerosos jeroglíficos que contienen conjuros y oraciones. Las inscripciones no sólo sirven para transmitir conocimientos, sino también como herramienta para influir en las fuerzas espirituales y crear poderosos campos protectores. Se cree que el poder mágico se transmite tanto por la pronunciación de conjuros por parte de los sacerdotes como por la contemplación de símbolos.
El Templo de Seti I se convirtió en el lugar donde se activa el poder de Hekau (la magia de la palabra y la acción). Las oraciones, conjuros y jeroglíficos que cubren las paredes del templo conducen el poder de Osiris. El templo es el centro del culto a Osiris, cuya mitología está estrechamente vinculada a la alquimia. Su desmembramiento y posterior resurrección por Isis simboliza la transformación. Los rituales del templo tienen por objeto mantener el orden cósmico de Maat.
El orden cósmico de Maat se basa en el principio de ordenación y armonización, la unión de lo material y lo espiritual. En el contexto de la alquimia, el poder de Maat puede interpretarse como una ley universal que permite al hombre alcanzar la máxima armonía. En la alquimia, el equilibrio es un tema central. Para lograr la transformación alquímica, hay que respetar Maat, la armonía entre las acciones y las leyes universales.
La alquimia egipcia pretende crear la piedra filosofal, el oro, que expresa la perfección espiritual. En este proceso, Maat actúa como principio armonizador, sin el cual no puede alcanzarse este estado. El símbolo de Maat es la pluma de avestruz, que se utiliza como imagen de la ligereza del alma, cualidad necesaria para atravesar las pruebas espirituales.
El proceso de separación (separatio) es la etapa de la Gran Obra Alquímica en la que se separa lo puro de lo turbio. Este proceso se basa en los principios cósmicos de Maat, según los cuales la luz está asociada a la calcinación alquímica, cuando se extrae la esencia pura de la materia bruta. La balanza de Maat es un símbolo del equilibrio interior por el que siempre lucha el alquimista.
La práctica de invocar el poder mágico de Maat, o Hekau Maat, implica el uso de palabras sagradas y rituales para restaurar, mantener y proteger el orden cósmico. Es decir, Maat no es sólo una diosa, sino un concepto que engloba varios aspectos importantes de la cosmogonía egipcia.