La Anatomía Sagrada
La Anatomía del cuerpo es un concepto sagrado. Aparentemente éste no debería plantear preguntas, pero la realidad es que es un tema muy complejo e incluso controvertido. Por extraño que parezca, no existe una idea integral acerca de la estructura del cuerpo humano y sus funciones. Pero son precisamente las funciones las que determinan la naturaleza misma del hombre, y no su apariencia.
Por ejemplo, una persona tiene un órgano que carece de suficiente energía. Esto conduce a un cambio no solo en los parámetros energéticos de todo el cuerpo, sino también en los físicos. Por lo tanto, considerar la Anatomía del cuerpo aparte de su funcionamiento, lleva a muchas imprecisiones y malentendidos. Es posible y necesario percibir la Anatomía del cuerpo desde el punto de vista de la naturaleza del espíritu de la persona. Tal vez parezca esotérico, no obvio y no manifestado, pero si una persona no siente uno sus órganos, o incluso no sabe en absoluto dónde se encuentra, ¿acaso esto es algo manifestado?
La Anatomía será más imaginaria que manifestada si no podemos percibir la energía del órgano. En esto consiste la diferencia entre nuestra percepción de la anatomía y la percepción de la gente en la antigüedad, que se apoyaba en la comprensión de los procesos energéticos y, como resultado, concientizaba su espíritu.
Resulta que hay una idea superficial acerca de la anatomía y hay otra, profunda que requiere ciertas habilidades del cerebro con respecto a la percepción. Entonces la anatomía ausente y no expresada predetermina la naturaleza de la vida del ser humano. En este caso, incluso estamos anatómicamente orientados a la muerte, de modo que la anatomía del cuerpo se convierte para nosotros en algo temporal e incluso aleatorio. Pero la anatomía predetermina la actitud hacia el alma humana. Esto es algo que está cerca de nosotros y parece estar con nosotros, pero de hecho, ni es obvio, ni es así. Por lo tanto, la medicina estudia el cadáver, algo que antes no solo no se consideraba mortal, sino que ni siquiera fue objeto de investigación.
Resulta que precisamente la anatomía desde la posición de la muerte o la anatomía del cuerpo moribundo, fue lo que dio origen a la medicina moderna. ¿A qué conduce esto? ¿Al logro del nivel de un cadáver perfecto? Resulta que desde la posición del cuerpo, sí, la idea de un cuerpo “desmembrado” desplazó el concepto de la vida después de la vida. Y comenzó a prevalecer ese punto de vista, ese enfoque de la anatomía que antes se evitaba para no alterar la naturaleza del espíritu.
Entonces resulta que el punto de vista moderno de la anatomía es la subordinación de nuestra conciencia, nuestro espíritu al cuerpo físico temporal. Esto llevó naturalmente al predominio de un concepto de visión del mundo y todo el estilo de vida, que tiene como objetivo mantener, o más bien, servir al cuerpo, a menudo en detrimento del espíritu de la persona. Es decir, la idea de si el espíritu es sano lo será el cuerpo, fue reemplazada por el concepto tener un cuerpo sano y entonces el espíritu también lo será. El espíritu, que ya pocas personas lo perciben, ni mucho menos sienten. El espíritu del que se acuerdan principalmente de un caso a otro.
Sin embargo, hoy en día esto ya se debe a la naturaleza de la creación del espíritu débil, ya que hoy el nacimiento de una persona es más un acto accidental para sus padres que una intención deliberada. Ya un cuerpo no deforme que no padece de enfermedades permanente no puede dar una imagen normal de la anatomía. Es solo una forma de fijación temporal.
¿Por qué, entonces, no recurrir a la anatomía desde la posición de un cuerpo imperecedero, y no desde la posición del cuerpo que todavía está en orden, pero morirá algún día (o incluso ya ha muerto)? ¿Y por qué ponemos la vida del espíritu en dependencia directa de la vida del cuerpo? ¿Por qué anatómicamente en la antigüedad no consideraban los músculos, pero consideraban las envolturas energéticas, y los huesos eran el órgano anatómico más importante, comprensible sin ninguna autopsia? Y ni hablar de la Anatomía del Cuerpo Astral. ¿Qué resonaría, en este caso, en la cabeza?